Ingredientes:
- 1 bote de tiras de pimientos de piquillo
- 1 tarrina de queso crema tipo Philadelphia
- 2 hojas de gelatina (yo utilizo las de Mercadona)
- 1 cucharada sopera de crema de vinagre de Módena
- 1 cucharada sopera de azucar
- 1 pellizco de sal
- 1 cucharada de aceite
- mantequilla para untar el molde
- 30 cc de leche
Cacharritos:
- Una sartén pequeña
- Un cazo pequeño
- Un plato hondo
- Un cuchillo fino
- Un molde (tiene que tener el doble de capacidad que la tarrina de queso, yo utilizo una tartera cuadrada mediana)
Cómo se hace:
- Escurrir el líquido del los pimientos y cortar en trocitos muy pequeños
- Poner la sartén a calentar con el aceite, y antes de que eche humo añadir el pimiento con cuidado para que no salpique
- Añadir la crema de vinagre de Módena, el azúcar y un pellizco de sal: tras evaporarse casi todo el líquido tiene que tener un sabor que tire a agridulce
- En un plato hondo con agua fría remojar una hoja de gelatina hasta que esté blandita
- Coger la hoja de gelatina con cuidado, porque estará resbaladiza, sacudir un poco el agua y añadir a la sartén de los pimientos removiendo hasta que se deshaga.
- Untar el molde con un poco de mantequilla y verter los pimientos en una capa uniforme, dejando que se enfríe del todo para que la gelatina solidifique
- En el cazo ponemos todo el queso crema junto con la leche y una pizca de sal, y lo calentamos a fuego muy suave sin que llegue a hervir, dando vueltas para que la crema sea uniforme
- Remojamos ahora la otra hoja de gelatina, la cogemos cuando esté blanda y la añadimos al cazo removiendo bien, y se retira del fuego
- Se coge el molde con los pimientos, que tiene que estar bien solidificado, y se rasca ligeramente con un tenedor por toda la superficie para que las dos capas de unan de manera estable
- Se vierte la crema de queso de manera uniforme para que la capa sea igual por todo el molde
- Se deja enfriar hasta que el conjunto esté solidificado
- Antes de desmoldar se pasa un cuchillo fino por todo el borde del molde, ahuecando un poco para que se despegue bien.
- Servir con cuadraditos de pan tostado
Trampas:
- Yo suelo cortar con la tijera de cocina dentro del bote (así no se desparraman) hasta que los trocitos de pimiento sean muy pequeños, pero si alguien se anima a la tabla y el cuchillo que se prepare, porque se pringa todo de rojo y el pimiento tiene una capacidad asombrosa para escapar entre los dedos
- Para acelerar el proceso se puede meter el molde con los pimientos en la nevera, pero hay que tener paciencia: hasta que la capa de pimiento no esté bien firme no se puede comenzar a preparar la de queso, que se acaba hundiendo y aunque está igual de bueno pierde glamour
- Si hay mucha prisa cogemos un atajo: desmoldar una tarrina de queso crema en el centro de un plato bonito, alisar la superficie para que quede pintona y rodear con los pimientos rehogados sin la gelatina (hay que dejar evaporar bien todo el líquido): tampoco se me ha quejado nadie
- ¡¡Ay madre que no tengo crema de vinagre balsámico!!. A veces yo tampoco, pero una cucharada rasa de miel con una cucharadita de vinagre corriente dan el pego, y si tienes caramelo líquido unas gotas dan el color tostado y no se entera nadie... si no lo cuentas
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